Servir humildemente

24.07.2020

Evangelio según San Mateo 20,20-28.

La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. "¿Qué quieres?", le preguntó Jesús. Ella le dijo: "Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda". "No saben lo que piden", respondió Jesús. "¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?". "Podemos", le respondieron. "Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre".

Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Meditación:

Los evangelios no intentan presentarnos a los apóstoles como hombres perfectos, esto debe darnos perspectiva sobre la Iglesia hasta nuestros días; siempre ha habido problemas, en este caso parece ser la ambición de poder, pasa hasta el día de hoy. El Señor señala sencillamente el "precio", que ellos dicen que están dispuestos a "pagar"; el Señor les "cobra" pero les niega el deseo, ese deseo no tiene lugar en su Reino. Los otros apóstoles se molestan quizás porque tenían la misma aspiración. El Señor explica entonces lo fundamental: servir humildemente porque es lo que él mismo hace y es el camino de salvación. La lección es para todo cristiano también.

P. Plácido Álvarez.   

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